sábado, 16 de mayo de 2015

La "a" de la diferencia


El camino de la "a" a la superficie de las profundidades de nuestro cuerpo de nuestro inconsciente, la "a" de las subjetividades y de las mentalidades, "a" que exige derechos y  recursos, la "a" del conflicto, la"a" en el Lenguaje Verbal, Ha requerido un deseo y una conciencia. Múltiples deseos y acciones vitales[1].

Cuando se trata de irrumpir el lenguaje formal machista , se debe recordar la lección expuesta por Marcela Lagarde "Es la a de la diferencia. Y es la a  disidente, la a feminista"; la a que  permite a las mujeres indentificarse, reconocerce, crear nuevas razones, sentidos y poderes de la vida, e ir adquiriendo nuevos retos personales y profesionales.

La"a" disidentees evidenciar la cultura global agresiva que se ha heredado, la mujer disidente que hace posible la creacion de nuevos mecanismos para reforzar el Lenguaje Inclusivo, poniendo en práctica mejores vías de comunicación, de tal modo que se obtenga un trato más igualitario, cuando se trata de mencionar a las mujeres.



Con la "a" feminista, fustigar lo que se ha considerado prohibido históricamente, dejando atrás esos roles estereotipados e ir denunciando los falsos poderes que la limitan, eliminar el silencio que las caracteriza, e interrogar el porqué? del trato que han sido merecedoras y que ha impedido eliminar definitivamente con esas cadenas de subordinación.





La "a" de la diferencia, es profundizar la autonomía de las mujeres, es invitarlas a ser parte de un nuevo estilo de vida, en la que se desarrollen políticas públicas para cambiar los siglos de indiferencia y devolver la dignidad absoluta a las mujeres.





Haciendo énfasis a este enfoque feminista, me parece importante el análisis de la "a" en el lenguaje, porque tiene sentido profundo y conceptualiza el interior de las mujeres; seguramente implicará concebir un nuevo proceso ideológico que establezca las especificidades objetivas de las mujeres.




[1] Lagarde, M, El Feminismo en Mi Vida, Capitulo Las Mujeres, el sincretismo y el tiempo, (pp.63,64)