viernes, 17 de marzo de 2017

HABLAR DIFERENTE ES UNA ALTERNATIVA PARA GENERAR NUEVOS PATRONES CULTURALES



El lenguaje es considerado como exclusiva facultad de la humanidad, sirve para articular la noción del mundo, convirtiéndose en el principal instrumento en la praxis, fundamentalmente con fines informativos, interpretativos, de difusión y emisión de los pensamientos de las personas.

El lenguaje que es practicado en la mayoría de los países de Latinoamérica es el denominado lenguaje andrócentrico, el mismo que no es inofensivo, ya que a través de la interacción cotidiana entre las personas se reproducen expresiones con contenidos inequitativos que se convierten en mensajes condicionados y estereotipados. Para posteriormente efectivizarse en las prácticas sociales, por lo tanto el accionar de la humanidad y los hábitos sociales están acorde con lo que han aprendido con este tipo de lenguaje.

Cabe destacar que tanto mujeres como hombres tienen sus propias características psicológicas, emocionales, culturales, lingüísticas, éticas, espirituales, estéticas, etc., pero en la práctica sus identidades y sus roles no son elegidas sino más bien son asignadas por la trasmisión de este tipo lenguaje que ha sido naturalizado por el sistema patriarcal.

Y debido a lo antes mencionado, uno de los grandes objetivos ha sido analizar varias teorías que hacen el esfuerzo por corregir las dinámicas patriarcales, con la esperanza de encontrar enfoques que aporten ideas y críticas con respecto a la naturalización del lenguaje androcéntrico que es el que contribuye a reproducir una sociedad desigual.

En este contexto, varias teorías y documentos relacionados confirman la complejidad de sustentar el cambio del lenguaje androcéntrico cotidiano, ya que este tipo de comunicación históricamente ha sido establecido y regulado socialmente. Por lo que las y los autores seleccionados han propuesto la necesidad de un cambio de lenguaje.

Además es importante considerar que esta problemática social surge al momento de comunicarse por medio del lenguaje ya que: “El lenguaje no sólo refleja y comunica los hábitos y valores de una determinada cultura sino que conforma y fija esos hábitos y valores.” (Facio y Frías, 2005: 27). Es decir los estereotipos de dominación se van naturalizando en el hábitus de las personas acorde a lo que han aprendido en el lapso de su vida y a los elementos culturales elegidos por la propia colectividad.

Pero esta dinámica social no está establecida por leyes naturales sobre las cuales no se tenga la posibilidad de intervenir o de accionar, por lo tanto se debe buscar argumentos que permitan alcanzar las posibilidades de reestructurar de alguna manera el lenguaje formal androcéntrico que se utiliza en la cotidianidad y esto sólo puede ser factible a partir de que las personas reconozcan las dinámicas diferenciadas que prevalecen en la formación de la  humanidad.

Varios documentos, han permitido identificar algunos tipos de afectaciones que atraviesan las personas en las interacciones  sociales, especialmente: invisibilización, manipulación, discrimen e identidad estereotipada. Pero a pesar de las resistencias existentes al respecto, se hallan trabajos relacionados que contribuyen con el cambio del lenguaje a uno diferente, uno que contenga principios de valoración y refleje a todas las personas con sus diferencias cuando sean nombradas. 

Sociológicamente el uso del lenguaje cotidiano que se reproduce en la interacción social apoya y regula la visión del comportamiento humano en la cotidianidad. Así como también se contextualiza al lenguaje como eje analítico en las ciencias sociales y en las complejas pero variadas relaciones de desigualdad que tienen las personas cuando se comunican.

En las corrientes feministas, exhortan también la necesidad de reformar el lenguaje, ya que consideran que al cambiar el tipo de lenguaje habitual, la sociedad coexistirá de manera más afable y positiva. Este análisis bibliográfico se realizó desde un enfoque de reconocimiento a la humanidad con todas sus especificidades.

Por lo tanto el propósito principal es desafiar al lenguaje androcéntrico que es construido, normado y regulado por una institución seleccionada por el sistema que es la Real Academia de la Lengua, en base a elementos conceptuales y empíricos sobre los cuales se asienta la iniciativa del cambio del lenguaje. El conocimiento no se puede alcanzar únicamente a través de teorías utópicas, sino que indudablemente se requiere del empoderamiento de la humanidad en general.



En conclusión, por medio del lenguaje se emiten discursos que tienen por lo general un contexto de manipulación en el accionar de las personas y también de los cuerpos; ya que el cuerpo y la mente son considerados como un punto de intersección entre las complejas relaciones entre el poder y el saber. Esta reflexión permite decir que las personas ceden ante el poder del discurso que emiten otros, ya que por este medio se califica y se clasifica los atributos físicos de los cuerpos y morales de las mentes, entonces nos podemos dar cuenta que de esta manera contribuyen a mantener ese tratamiento diferenciado existente entre mujeres y hombres.