jueves, 30 de abril de 2015

INCLUIR DE MANERA DIFERENTE AL MUNDO EN EL LENGUAJE




PORQUE IRRUMPIR EN EL LENGUAJE 


Analizando la premisas de Simon de Beauvoir (1949) teorica feminista  "La mujer no nace se hace" y la frase de Francis George Steine "Lo que no se nombra no existe", irrumpen con el lenguaje formal establecido.

A través del tiempo y la historia el lenguaje verbal/oral, “describe y construye mapas cognitivos y perceptivos” (Linguistas Sapir y Whorf 1929), convirtiéndose en una influencia invisible, encargada de moldear sutilmente a la humanidad de las mujeres, adecuando y redefiniendo sus conductas en base a los estereotipos y tradiciones que utiliza el lenguaje androcéntrico.   

PENSAMIENTO INICIAL . NO AL LENGUAJE INCLUSIVO


UTOPIA NO RECONOCIDA

NO AL LENGUAJE INCLUSIVO

El Lenguaje inclusivo[1] es considerado como una utopía, en vista que aún no es utilizada ni reconocida  en la sociedad actual, pero la nueva generación feminista está insistiendo en incluir a la mujer en el lenguaje, para lograr este objetivo se debe concientizar a la mujer sobre su condición real en los diferentes  escenarios de esta sociedad, fortaleciéndola para que exiga sus derechos y reproduzca planteamientos teóricos diferentes, con el fin de lograr irrumpir con los modelos tradicionales, las prácticas de los roles androcentricos históricamente asignados.



[1]La utilización de un lenguaje que no oculte la existencia de la mujer es un paso fundamental en la creación de una imagen no sexista de las personas. Crea una identidad sin discriminación entre las personas de ambos sexos en los que los modelos de referencia sociales no responden al rol tradicional de hombre-mujer. (Asociación Cultural Simone de Beauvoir - 

Edición noviembre 2006

http://www.ciudaddemujeres.com/articulos/IMG/pdf/GuiaLenguajeNoSexista.pdf, consultado en julio 2013.

COMUNICARNOS CON UN LENGUAJE INCLUSIVO.

NOMBRAR A LAS MUJERES EN EL LENGUAJE​

Introducir un lenguaje inclusivo a la sociedad, es ingresar las mujeres al mundo de lo público y ser reconocidas en lo privado…etc.; pero con sus propias especificidades, debemos ser nombradas y mejorar las condiciones de vida, ya que la personalidad de la mujer se juzga exclusivamente en términos de su vida sexual[1]  y no como persona diversa, con atributos, defectos, digna de exigir  derechos que por naturaleza les corresponde.



[1] Alexandra Kollontai, Las relaciones sexuales y la lucha de clases, Emancipaciones feministas en el siglo XXI, Ciencias Sociales, Casa editorial Ruth, la Habana, Cuba, 2010, pag. 221