miércoles, 1 de agosto de 2018

Liliana Chile compartió una publicación.

CONTESTACIÓN A LA PROFESORA SIN NOMBRE:

Señora amante de la Gramática, de la Ortografía y del Diccionario de la Lengua Española, se ha puesto a pensar alguna vez que…:

Que si la sociedad va cambiando entonces el lenguaje debe ir adaptándose.

“Lo que no se nombra no existe” (S.B. año 1981), pues por siglos no se han tomado ni el tiempo, ni la molestia e intención de nombrar a las mujeres en este lenguaje.

La Academia determina qué es ser mujer y qué es ser hombre Ejm: Mujer: que tiene las cualidades consideradas femeninas por excelencia. ¡Esa sí que es una mujer! – Hombre: Grupo que determina el género Humano. El Hombre del Renacimiento – El hombre europeo – El hombre del siglo XXI – El hombre de las cavernas. Acaso en estas épocas no existieron las Mujeres?

Que por muchos años las mujeres hemos estado desapercibidas e ignoradas con este tipo de lenguaje machista que está impregnado de mensajes condicionados y estereotipados, el mismo que se reproduce en la cotidianidad y se refuerza en los espacios educativos, por lo tanto resulta difícil de percibir lo perverso que es con el género femenino?

Que con este lenguaje también se reproducen roles inequitativos en los hábitos sociales y posteriormente se efectivizan en las prácticas, por lo tanto el accionar de la humanidad está acorde con lo que han aprendido.

Que este lenguaje ha contribuido con la naturalización de aquellos procesos sociales y roles diferenciados saturados de desigualdad e inequidad entre hombres y mujeres?

Que este lenguaje no es neutral, por que utilizan el genérico masculino para designar a la humanidad y a las cosas, ejemplo para que entienda: “Padres de familia se les convoca a una reunión en la escuela…” y las “Madres” acaso no somos las madres las que en mayoría asistimos a estas reuniones?

Que este lenguaje denota posesión de las mujeres, Ejm: “La mujer de Pedro” y que lo más adecuado sería mencionar a las personas por su nombre y por sus diferencias.

Las personas tienden a limitar la exposición de sus ideas y a ejecutar diferentes prácticas sociales, debido a que suelen en primer lugar garantizar su existencia en la sociedad, aunque tengan que atravesar por manifestaciones estereotipadas, realidades subjetivas, paradigmas, mitos etc.

Cabe destacar que tanto mujeres como hombres tienen sus propias características psicológicas, emocionales, culturales, lingüísticas, éticas, espirituales, estéticas, pero en la práctica sus identidades no son elegidas sino más bien son asignadas por el mismo lenguaje patriarcal.

Este lenguaje como las dinámicas sociales, no están establecidas por leyes naturales sobre las cuales no se tenga la posibilidad de intervenir o de accionar, por lo tanto se debe buscar insumos que permitan alcanzar las posibilidades de reestructurar de alguna manera el lenguaje formal androcéntrico que se utiliza en la cotidianidad y esto sólo puede ser factible a partir de que las personas reconozcan que las dinámicas diferenciadas siguen prevaleciendo por causa de este lenguaje.

Existe una infinidad de teorías que ofrecen resistencia a este lenguaje tradicional, de las cuales yo comparto y les invito a revisarlas, pero antes de dar por terminada mis puntos de vista, quiero mencionar que la letra “e” es tan generosa que nos permite mencionar tanto a mujeres como a hombres. Ejem: “ignorantes”.

El hombre necesita respirar = La humanidad necesita respirar
Todos tenemos necesidades = Las personas tenemos necesidades

Es asi de simple, buscar palabras adecuadas para respetar las diferencias.

AQUI EL DOCUMENTO PARA LOS “IGNORANTOS E IGNORANTAS" :
Jorge Alberto Gerardi
PARA LOS “IGNORANTOS E IGNORANTAS"
TAL VEZ A ALGUNOS LE SIRVA
Jorge Alberto Gerardi
PARA LOS “IGNORANTOS E IGNORANTAS"
TAL VEZ A ALGUNOS LE SIRVA
Carta de una Profesora con acertadísima y lapidaria frase final. Está escrito por una profesora de un instituto público.
Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 69 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.
En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente:
la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".
Luego, cuando eras un poco mayor, llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto.
Eso sí, en el Semillitas, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.
En Primaria estudiábamos Lengua, Matemáticas, Ciencias, no teníamos Educación Física.
En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te bajaban y bien bajada la nota.
En Bachillerato, estudié Historia de España, latín, Literatura y Filosofía.
Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda...
Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección.
Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.
Y... vamos con la Gramática.
En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales.
El participio activo del verbo atacar es "atacante";
el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente".
¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene identidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "ente".
Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.
Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por la dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hacen más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).
Les propongo que pasen el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).
Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!
SI ESTE ASUNTO "NO TE DA IGUAL", PÁSALO, POR AHÍ, CON SUERTE, TERMINA HACIENDO BIEN HASTA EN LOS MINISTERIOS.
Porque no es lo mismo tener "UN CARGO PÚBLICO" que ser "UNA CARGA PÚBLICA".