jueves, 7 de junio de 2018

Empezar la re-pensar sobre este lenguaje formal


Cuando se concientiza sobre el camino que ha seguido la humanidad hasta el presente siglo, partiendo de que “conciencia es en general el saber de un objeto, sea exterior o interior”[1] y que además se ha determinado que esta es subjetiva porque se basa en la percepción que cada persona tiene sobre su realidad y su visión sobre el medio en que viven y del historicismo que aprenden.

Desde esta perspectiva de las ciencias humanas, la construcción de un lenguaje diferente es importante y fundamental para que desaparezca el predominio patriarcal que por siglos ha creado desigualdades. El proyecto de cambiar el tipo de lenguaje oficial y/o tradicional, se origina con el único propósito de no continuar reproduciendo la designación excluyente hacia las personas, así como el ocultamiento de las diferencias existentes entre ellas y sus realidades. 

Más allá de las falacias que tiene este lenguaje oficial, existe la evolución social que trae efectos sociales diferentes y se apunta a su transformación para que responda a las necesidades y especificidades actuales de la humanidad. Entonces, acaso no es arbitrario que este lenguaje no haya tenido variaciones esenciales?, debería ir evolucionando al igual que la sociedad, y como el lenguaje está estrechamente ligado a la anhelada evolución, se debería re-pensar de que manera utilizar esta herramienta para restituir finalmente la intencionalidad negativa que tienen algunas palabras.

Para que esto suceda es importante empezar la re-pensar sobre este lenguaje formal vigente que se continua reproduciendo en la actualidad y buscar la manera de socializar los beneficios que seguramente nos aportaría el cambiar el uso del lenguaje, sin duda se generarían nuevos paradigmas sociales que favorecerían de manera significante la manera de interrelacionarse entre la humanidad.

Debe entenderse que no se trata de construir un nuevo lenguaje, como algunas personas lo han manifestado,  ya que evidentemente esto sería irreproducible por los siglos que tienen las personas comunicándose con este de lenguaje, cambiar el uso del lenguaje a uno diferente implicaría sencillamente en empezar a modificar las expresiones verbales machistas que se utilizan en las interrelaciones sociales. El propósito es superar la discriminación y la desigualdad de la convivencia que existe entre las personas

Además deben conocer que se han producido muchas guías y manuales a nivel mundial para  promover la utilización del lenguaje de manera diferente, seguramente se preguntaran cómo?   Pues les sorprendería que han generado un sin número de iniciativas, pero para mí esto es menos complicado, no se trata de desdoblar las palabras como mencionan algunos expertos de la RAE, ni tampoco la solución es el lenguaje inclusivo. Solo se trata de unir las palabras con un sentido más humano.

Lo ideal sería empezar a comunicarse con un lenguaje equitativo, reconociendo y respetando las diferencias, y esto se daría ocupando palabras que tengan una interpretación afable,  eligiendo y pensando cómo se puede nombrar a todas las personas, animales y cosas sin discriminación. Porque todas las personas somos diferentes, tenemos diferentes criterios y conocimientos de la vida, por lo tanto solo se trata de recordar la corresponsabilidad que tenemos con los seres que vivimos en este planeta. Si recordamos la famosa frase de “lo que no se nombra no existe”,  siendo esta una expresión determinante, nos motiva a afirmar que el lenguaje debe ser diferente para poder visibilizar la existencia de todas las personas y no de un “modelo” como referencia de la humanidad. 

De cierta manera, en la actualidad algunas personas están prefiriendo utilizar este instrumento de comunicación de manera diferente, expresando sus pensamientos y conocimientos de manera diferente, porque han reconocido y reflexionado que el “LENGUAJE HACE LA DIFERENCIA”, sencillamente porque han experimentado que no lesionan la interioridad de las personas y tampoco excluye, -por dar una idea sencilla-, ejemplo: “Feliz Día del Niño” da la impresión que solo se está festejando a los niños y no a las niñas, entonces por qué no? elegir otras palabras y decir “Feliz Día de la Niñez”. La letra “e” ayuda en muchos casos a incluir a todas las personas por igual, por ejemplo: juventudes, adolescentes, profesores, autoridades, gobernadores, estudiantes etc.  

Ahora bien, respondiendo a otras inquietudes sobre la performatividad del lenguaje, mencionare lo que dijo Austin: Las expresiones performativas no son ni verdaderas ni falsas, pueden ser acertadas o desacertadas, es decir  dentro del lenguaje la performatividad forma parte de una teoría de la acción. ¿Que si creo en la performatividad del lenguaje? La respuesta es sí, porque las palabras tienen la capacidad de señalar o de realizar  expresiones que se pueden convertir en acciones y por lo tanto transformar la realidad o el entorno en el que viven.[2]
Si se puede hablar diferente

[1] Hegel Georg, Die Phanomenologie des Geistes, 1807


[2] Según John L. Austin & Roland Barthes

SE PUEDE HABLAR DIFERENTE?


Cuando se concientiza sobre el camino que ha seguido la humanidad hasta el presente siglo, partiendo de que “conciencia es en general el saber de un objeto, sea exterior o interior”[1] y que además se ha determinado que esta es subjetiva porque se basa en la percepción que cada persona tiene sobre su realidad y su visión sobre el medio en que viven y del historicismo que aprenden.

Desde esta perspectiva de las ciencias humanas, la construcción de un lenguaje diferente es importante y fundamental para que desaparezca el predominio patriarcal que por siglos ha creado desigualdades. El proyecto de cambiar el tipo de lenguaje oficial y/o tradicional, se origina con el único propósito de no continuar reproduciendo la designación excluyente hacia las personas, así como el ocultamiento de las diferencias existentes entre ellas y sus realidades. 

Más allá de las falacias que tiene este lenguaje oficial, existe la evolución social que trae efectos sociales diferentes y se apunta a su transformación para que responda a las necesidades y especificidades actuales de la humanidad. Entonces, acaso no es arbitrario que este lenguaje no haya tenido variaciones esenciales?, debería ir evolucionando al igual que la sociedad, y como el lenguaje está estrechamente ligado a la anhelada evolución, se debería re-pensar de que manera utilizar esta herramienta para restituir finalmente la intencionalidad negativa que tienen algunas palabras.

Para que esto suceda es importante empezar a re-pensar sobre este lenguaje formal vigente que se continua reproduciendo en la actualidad y buscar la manera de socializar los beneficios que seguramente nos aportaría el cambiar el uso del lenguaje, sin duda se generarían nuevos paradigmas sociales que favorecerían de manera significante la manera de interrelacionarse entre la humanidad.

Debe entenderse que no se trata de construir un nuevo lenguaje, como algunas personas lo han manifestado,  ya que evidentemente esto sería irreproducible por los siglos que tienen las personas comunicándose con este de lenguaje, cambiar el uso del lenguaje a uno diferente implicaría sencillamente empezar a modificar las expresiones verbales machistas que se utilizan en las interrelaciones sociales. El propósito es superar la discriminación y la desigualdad de la convivencia que existe entre las personas.

Además deben conocer que se han producido muchas guías y manuales a nivel mundial para  promover la utilización del lenguaje de manera diferente, seguramente se preguntaran cómo?   Pues les sorprendería que han generado un sin número de iniciativas, pero para mí esto es menos complicado, no se trata de desdoblar las palabras como mencionan algunos expertos de la RAE, ni tampoco la solución es el lenguaje inclusivo. Solo se trata de unir las palabras con un sentido más humano.

Lo ideal sería empezar a comunicarse con un lenguaje equitativo, reconociendo y respetando las diferencias, y esto se daría ocupando palabras que tengan una interpretación afable,  eligiendo y pensando cómo se puede nombrar a todas las personas, animales y cosas sin discriminación. Porque todas las personas somos diferentes, tenemos diferentes criterios y conocimientos de la vida, por lo tanto solo se trata de recordar la corresponsabilidad que tenemos con los seres que vivimos en este planeta. Si recordamos la famosa frase de “lo que no se nombra no existe”,  siendo esta una expresión determinante, nos motiva a afirmar que el lenguaje debe ser diferente para poder visibilizar la existencia de todas las personas y no de un “modelo” como referencia de la humanidad. 

De cierta manera, en la actualidad algunas personas están prefiriendo utilizar este instrumento de comunicación de manera diferente, expresando sus pensamientos y conocimientos de manera diferente, porque han reconocido y reflexionado que el “LENGUAJE HACE LA DIFERENCIA”, sencillamente porque han experimentado que no lesionan la interioridad de las personas y tampoco excluye, -por dar una idea sencilla-, ejemplo: “Feliz Día del Niño” da la impresión que solo se está festejando a los niños y no a las niñas, entonces por qué no? elegir otras palabras y decir “Feliz Día de la Niñez”. La letra “e” ayuda en muchos casos a incluir a todas las personas por igual, por ejemplo: juventudes, adolescentes, profesores, autoridades, gobernadores, estudiantes etc.
  
Ahora bien, respondiendo a otras inquietudes sobre la performatividad del lenguaje, mencionare lo que dijo Austin: Las expresiones performativas no son ni verdaderas ni falsas, pueden ser acertadas o desacertadas, es decir  dentro del lenguaje la performatividad forma parte de una teoría de la acción. ¿Que si creo en la performatividad del lenguaje? La respuesta es sí, porque las palabras tienen la capacidad de señalar o de realizar  expresiones que se pueden convertir en acciones y por lo tanto transformar la realidad o el entorno en el que viven.[2]

Lo que se pretende con estas palabras, es hacer un llamado de atención, y/o una crítica constructiva a todo lo que nos destruye, y personalmente opino que el lenguaje es una de las causas de la desigualdad social, por lo tanto lo que nos puede ayudar a mejorar la convivencia, es practicando un lenguaje diferente, con el cual se pueda reivindicar a muchos grupos sociales y proclamar la igualdad de derechos para todas las personas.

Si se puede hablar diferente


[1] Hegel Georg, Die Phanomenologie des Geistes, 1807

[2] Según John L. Austin & Roland Barthes