Desde que aprendí que se puede escribir los
pensamientos y compartir con otras personas, dedique mi tiempo juvenil a
escribir borradores de poemas, ensayos, cuentos y los traspasaba en una máquina
de escribir, de aquellas que solo se podían corregir con ese papelito corrector
y no era eléctrica, soñaba con una.. y les guardaba como un tesoro debajo de mi
colchón.
Un día alguien se apropio de mis escritos, y me
dolió en el alma saber cuál fue la finalidad, quería entregar a una persona en
especial para que en conjunto se burlen de mi hobby preferido, pedí de regreso a la persona que se quedo con
mi tesoro, y me dijo que no, que eran de él, porque la persona que le entrego dijo
que le regalaba… (eran mis ideas de un
mundo de fantasías) , y desde ese
día deje de escribir y esconder debajo de mi colchón.
Para cumplir con mi sueño de escritora, he
vuelto a escribir sin esconder nada debajo mi colchón, ocupado este espacio que
sirve para compartir, para que aprecien mis pensamientos traducidos en palabras.. o no, para que lo corrijan.....
o no.. para que se burlen..... o no. lo que
ahora me interesa es sacar la escritora dormida que llevaba dentro de mi…. Y decirle
a esa persona que “No logro matar a la escritora que llevó dentro de mí”.

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